Tercera escena
(contraluz y silencio)


La habitación del yo, del mí
Ese nosotros del alter-ego y la conciencia
Ha dejado filtrar una luz tenue
Tímida como de ojos sorprendidos
Y prudentes dentro de mis muros
Que se han iluminado en contraluz
Danzando en el silencio del todo
que busca nacer como parido
Por el tiempo y engendrado
Por las ondas suaves de tu risa
Viajando ala velocidad de la luz
A mis sentidos que te han plasmado
En la bitácora de mis días
Con tu eterna tinta de rosado.

(Laberinto en construcción no se sabe la salida
de tus ojos y tus labios)